Un estudio de Harvard ha revelado que el consumo de aceite de oliva podría reducir en un 28% el riesgo de morir por demencia. La investigación, basada en el análisis de datos de más de 90.000 personas durante tres décadas, sugiere que sustituir grasas como la margarina o la mayonesa por aceite de oliva puede tener efectos positivos en la salud cerebral.
Los científicos plantean que los antioxidantes del aceite de oliva podrían atravesar la barrera hematoencefálica y beneficiar directamente el cerebro. Aunque se necesitan más estudios para confirmar esta relación, los resultados refuerzan la recomendación de incluir aceites vegetales en la dieta.
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