Una nueva terapia basada en células madre está mostrando resultados muy prometedores en personas con diabetes tipo 1. Se trata de zimislecel, un tratamiento en fase experimental que podría permitir a algunos pacientes dejar de depender de la insulina.
¿Qué es zimislecel?
Zimislecel es una terapia celular desarrollada a partir de células madre. El objetivo es reemplazar las células del páncreas que, en las personas con diabetes tipo 1, han sido destruidas por el sistema inmunitario. Estas células son las encargadas de producir insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en sangre.
El tratamiento consiste en una infusión única de estas nuevas células en una vena del hígado, con la esperanza de que empiecen a funcionar como las células que faltan.
¿Qué se ha probado hasta ahora?
Un pequeño grupo de 14 personas participó en un ensayo clínico para estudiar la seguridad y la eficacia de zimislecel. Algunas recibieron media dosis y otras una dosis completa del tratamiento. Todas ellas siguieron también un tratamiento para evitar que su cuerpo rechazara las nuevas células, sin necesidad de usar corticoides.
Antes del tratamiento, ninguno de los participantes producía insulina por sí mismo. Sin embargo, tras la infusión de zimislecel, todos comenzaron a mostrar actividad de las nuevas células.
¿Qué resultados se han visto?
Los resultados, aunque todavía preliminares, son muy alentadores:
Todas las personas que recibieron la dosis completa pasaron un año sin sufrir bajadas graves de azúcar (hipoglucemias severas).
Además, mantuvieron sus niveles de azúcar en sangre dentro del rango saludable la mayor parte del tiempo.
El 83 % (10 de 12 personas) dejó de necesitar inyecciones de insulina un año después del tratamiento.
Estos datos indican que zimislecel podría ayudar a que algunas personas con diabetes tipo 1 vuelvan a producir su propia insulina de forma natural.
¿Y los riesgos?
Como ocurre con cualquier tratamiento experimental, también se observaron algunos efectos secundarios. El más común fue una bajada de defensas (neutropenia), que se dio en tres personas. Por desgracia, hubo dos fallecimientos durante el estudio: uno por una infección grave y otro por complicaciones de una enfermedad neurológica previa.
¿Qué significa esto para el futuro?
Aunque el estudio es pequeño y todavía está en una fase temprana, estos resultados dan motivos para la esperanza. Zimislecel podría convertirse en una opción real para mejorar la calidad de vida de personas con diabetes tipo 1, reduciendo o incluso eliminando la necesidad de insulina externa.
Se necesitarán más estudios con un mayor número de participantes para confirmar su eficacia y seguridad, pero sin duda es un avance muy prometedor.