Cuando nos enfrentamos a preguntas sobre salud, echar mano del móvil suele ser lo primero que hacemos para informarnos. Google, Facebook y otras plataformas ofrecen la respuesta más rápida sobre síntomas, cuadros clínicos y opciones de tratamiento.
Sin embargo, para encontrar información de forma transparente hay que tener en cuenta algunos puntos importantes, porque buscar en Internet también tiene riesgos.
La información encontrada puede ser muy útil
Hoy en día hay miles de sitios web donde se ofrece información sanitaria disponible las 24 horas del día y a un solo clic de distancia. En internet puedes encontrar información de todo tipo; desde remedios caseros para un resfriado, hasta consejos para adelgazar, o la dirección del especialista más cercano. Todas ellas parecen mejorar la vida cotidiana de las personas con una enfermedad.
Pertenecer a una comunidad digital de pacientes, como la Comunidad de Investigación , también ofrece muchas ventajas. En ella, puedes intercambiar ideas con otras personas sobre la vida cotidiana con una enfermedad, apoyarse mutuamente o compartir experiencias sobre las opciones de tratamiento.
Los conocimientos adquiridos también pueden ser útiles para comprender el propio cuerpo y servir de base de discusión cuando toque la próxima visita al médico.
…pero, ¿sabemos si es de fiar?
La mayoría de la gente utiliza motores de búsqueda conocidos para encontrar las respuestas que desea, pero no toda la información que se encuentra es buena. El orden de los resultados de búsqueda que se muestran viene determinado por un algoritmo que no comprueba su veracidad o fiabilidad.
Esto puede dar lugar a una información parcial, incorrecta o desfasada. En algunos casos esto es inofensivo, pero también puede causar daños considerables. Además, algunos sitios web se utilizan específicamente para compartir información falsa. A menudo, por ejemplo, se ponen a la venta supuestas curas milagrosas para sanar enfermedades graves como el cáncer o ayudar a perder peso.
Nuestra especialista en comunidades de pacientes, Eileen Ziemann, hoy comparte con nosotros su experiencia en una entrevista:
“Un paciente me contó que un amigo suyo había interrumpido su terapia contra la diabetes sin consultar a su especialista tras encontrar en Internet información dudosa sobre la metformina. Tras hablar con su amigo, se dio cuenta de que el sitio web no era oficial y de que la información no era fiable. Finalmente, continuó con su terapia y desde entonces, es más precavida”.
Otro punto importante es la protección de datos. No siempre está claro qué ocurre con los propios datos sanitarios en la red y si están suficientemente protegidos de accesos no deseados. Para estar seguros de que nos encontramos en un sitio web fiable y seguro, en la Comunidad de Investigación hemos creado una guía para reconocer fuentes fiables.
¿Cómo reconocer si una página es fiable para leer información sanitaria?
Siempre que quieras saber si la página que tienes enfrente es segura, házte las siguientes cinco preguntas:
1) ¿Quién facilita la información?
¿Quién gestiona el sitio web y cuáles son sus datos de contacto? Si no aparece esta infromación, o los datos de contacto parecen no ser reales, seguramente estemos ante una página no oficial. También debe quedar claro cómo o quién financia el sitio web. Ambas informaciones suelen encontrarse en la sección “Quiénes somos” o en el apartado “Aviso legal”, como en nuestra web.
2) ¿A quién va dirigida la información y cuál es su finalidad?
¿La información encontrada da respuesta a mi pregunta y aborda diferentes aspectos? Los conocimientos sobre salud deben transmitirse de forma neutral y objetiva, y no deben orientarle en una determinada dirección de actuación. Siempre debe advertirse de que la información encontrada en Internet no puede sustituir la visita al médico.
3) ¿Contiene publicidad?
La buena información está libre de publicidad. Si hay publicidad en un sitio web, debe estar claramente separada del contenido editorial. Si sólo se ofrecen o elogian efusivamente productos de una única empresa, un único fármaco u otra opción de tratamiento sin efectos secundarios, hay que tener mucha precaución.
4) ¿Está actualizada la información y existen fuentes de información?
En medicina, las directrices, por ejemplo sobre el tratamiento de enfermedades, se revisan periódicamente. Por eso es importante que la información esté actualizada y venga especificado de dónde se ha obtenido la información. Entre las fuentes fiables de información sanitaria figuran las páginas de las autoridades oficiales o las revistas científicas. También deben incluirse otros enlaces para que el público pueda encontrar más información.
5) ¿Qué ocurre con mis datos?
Los sitios web reputados tienen una política de privacidad a disposición del público. También debe estar claro cómo ponerse en contacto con el responsable de la protección de datos.
Si puedes responder a las preguntas anteriores, es muy probable que la información que haya encontrado sea fiable y segura. Sin embargo, ten en cuenta que la búsqueda en Internet nunca puede sustituir la visita al médico. También puedes encontrar más consejos para obtener información fiable en los siguientes sitios web:
https://www.nia.nih.gov/espanol/confiable-informacion-sobre-salud-se-encuentra-internet
https://health.gov/espanol/myhealthfinder
Si te interesan las noticias de las revistas médico-científicas o deseas intercambiar información con otros pacientes sobre temas relacionados con la salud, echa un vistazo a nuestra página de Facebook.
Para cualquier otra pregunta relacionada con la comunidad o la membresía, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de: info@comunidaddeinvestigacion.es
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