MÁS ALLÁ DEL ESTUDIO DE MEDICAMENTOS

La investigación clínica es mucho más que probar nuevos fármacos, ya que también existen estudios sobre el funcionamiento natural de nuestro organismo y de la respuesta del mismo frente a las enfermedades, lo cual proporciona información para futuros tratamientos o mejoras de la salud.

Ana Aparcero, miembro de la Comunidad de Investigación, es un ejemplo de una voluntaria que se ha inscrito en ensayos clínicos durante muchos años a pesar de no presentar ninguna patología. En este artículo nos hemos interesado por su historia y su experiencia.

Participación en estudios sin medicación

Ana ha participado en proyectos de ejercicio físico y microbiota durante años, en donde no solo ha aprendido mucho sobre cómo funciona su cuerpo, sino que también ayuda en el progreso de la ciencia. En esta entrevista ella nos dejó claro que: “sin investigación ni voluntarios, nada se puede curar”.

El primer ensayo fue en Cádiz, donde se estudiaba los efectos del deporte en las personas mayores de 60 años y cómo podía influir en la enfermedad del Alzheimer.

Fue un estudio muy exigente, ya que durante un año y medio tuve que seguir un menú de alimentación y rutina que me proporcionaba el estudio, pero mereció la pena. Así es la única forma de que la investigación avance, y sólo con estas cosas se ayuda mucho, nos explica Ana.

¿Qué es la microbiota?

La microbiota intestinal es la comunidad de microorganismos vivos residentes en nuestro tubo digestivo y es necesaria para el correcto crecimiento corporal, una buena nutrición y para el desarrollo de la inmunidad. Es por ello que, la alteración en la microbiota se asocia a una serie de trastornos gastrointestinales que pueden influir en enfermedades como el asma y la obesidad.¹

Ana está participando actualmente en un ensayo clínico de la microbiota en un hospital de Barcelona, y espera poder contribuir en la investigación de este tema tan relevante en la actualidad.

Participando en este tipo de estudios se gana mucho conocimiento acerca de posibles patologías que nunca sabes si puedes llegar a padecer, y es por ello que yo colaboro en todo lo que puedo, nos cuenta Ana.

Es necesario que existan voluntarios como Ana para poder avanzar en la investigación, ya que en muchos estudios se necesita hacer una comparación de los resultados entre diferentes grupos de personas con diferentes condiciones. Desde la Comunidad de Investigación esperamos que termine bien el estudio y muchas personas puedan beneficiarse del conocimiento generado gracias a la participación de personas como Ana.

Nuevos medios para mejorar el acceso a la investigación

Hoy en día no todo el mundo tiene el mismo acceso a internet y las diferentes plataformas en donde se publicitan los ensayos clínicos. Por ello, la Comunidad de Investigación está colaborando con diferentes organizaciones de pacientes y desarrollando nuevas estrategias para que todo el mundo se pueda beneficiar e informar de los distintos estudios.

El primer estudio en donde participé lo vi anunciado en un boletín en el centro de salud. Pero anunciar este tipo de estudios en la televisión o la radio también podría facilitar que muchas personas más se enteren, dice Ana.

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Referencia:

1. Gómez A. [Microbioma, salud y enfermedad: probióticos, prebióticos y simbióticos]. Biomedica. 2019 Dec 1;39(4):617-621. Spanish. PMID: 31860173; PMCID: PMC7363347.