MIGUEL ÁNGEL: UNA HISTORIA QUE NOS INSPIRA A TODOS

Miguel Ángel Martínez fue un posible candidato para un estudio clínico a través de la Comunidad de Investigación, pero desafortunadamente, no fue elegible para la participación. Hoy nos cuenta lo importante que es la investigación para él, y cómo ha influido en su vida.

Un cambio de vida

Miguel tiene 59 años y hace 4 años fue diagnosticado de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Durante un tiempo en su vida fue politoxicómano, pero hace 23 años que ya abandonó estas prácticas, aunque continua en terapia.

Cuando me diagnosticaron de la EPOC, no sabía lo que era, ni tampoco me informé. Recuerdo que siempre me ahogaba y particularmente, después de los refriados, empeoraba tanto que siempre acababa ingresado. Ahora he aprendido a ir al médico una vez que aparecen los primeros síntomas, nos comenta Miguel.

La EPOC cursa con síntomas respiratorios persistentes de aparición progresiva como disnea, tos y expectoración. Su diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para frenar el empeoramiento de los síntomas y reducir el riesgo de que se produzcan exacerbaciones.

Un simple enfado ya me excita y me cuesta respirar, enfatiza.

Investigar para salvar vidas 

Es importante que haya investigación para poder avanzar en la medicina. Miguel nos cuenta un claro ejemplo acerca de una experiencia personal.

Tengo 59 años, pero me quedé sin madre con 11 años. Mi madre murió de tiroides, enfermedad para la que hoy en día hay tratamiento y las personas pueden llevar una vida normal, narra Miguel.

El ejemplo que mencionó Miguel en la entrevista resultó clave en su decisión de involucrarse en la ciencia, así como la demostración de que los ensayos clínicos permiten el avance en el tratamiento de las enfermedades y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

Participación en estudios clínicos

Los voluntarios en los estudios son clave para el éxito. Miguel participó en un estudio de la EPOC hace 3 años en un hospital de Barcelona, en donde se probaba un nuevo fármaco.

Cuando hablo con mis amigos sobre participar en los ensayos clínicos, me dicen que soy muy valiente y que no entienden por qué lo hago. Yo siempre les contesto que, si no se prueba con personas, los nuevos enfermos nunca se van a beneficiar de un nuevo medicamento, nos explica Miguel.

Miguel es un ejemplo de generosidad. Él también es voluntario en un hospital en su tiempo libre, así como intentó participar en cualquier estudio que hubiera de la COVID-19.

Me encantaría poder participar en más estudios y así poder ayudar en el futuro de la medicina. Yo siempre hago este tipo de cosas a cambio de estar bien conmigo mismo, concluye Miguel.

Miguel no pierde la esperanza en participar en nuevos estudios clínicos y está motivado a contribuir en nuevas entrevistas y actividades que la Comunidad de Investigación pueda realizar. En la CI nos centramos en las opiniones de nuestros miembros y le damos valor a lo que necesitan.

En la Comunidad de Investigación queremos conocer las historias de cada miembro y escuchar sus necesidades, para poder influir en la investigación y que ésta se adapte a la vida de los pacientes que viven con una enfermedad crónica, concluye el jefe de comunicaciones, Rasmus Hjorth

¡Juntos, conseguiremos mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas!

Si usted también quiere ser voluntario y participar en ensayos clínicos, inscríbase aquí para encontrar ensayos relevantes.

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